Guayas y Quil, la leyenda porteña en un monumento

Guayas y Kil son los vigías de la ciudad a través del monumento dedicado a los Huancavilcas. La estatua fue una aspiración que durante mucho tiempo tuvieron los guayaquileños para rendir homenaje a un pueblo que simbolizó desde siempre la bravura y el valor.

La leyenda de Guayas y Quil es un mito que forma parte de la tradición oral guayaquileña, y cuenta la historia de dos aborígenes huancavilcas, que eran parte del cacicazgo que dominaba las tierras en las que actualmente se asienta la ciudad de Guayaquil.

El conjunto escultórico fue concebido para ser apreciado a pié, desde la calle; y para lograr su hermoso efecto el artista diseñó un pedestal proporcional a la altura del monumento.

Aunque fue creado para representar a “Los Aborígenes del Guayas”, con el paso del tiempo diversos autores lo relacionaron con la leyenda de Guayas y Kil, y pronto pasó a identificarse con ella.

La estructura de bronce de 90 toneladas de peso- busca rescatar los orígenes de la urbe, revivir la cultura prehispánica asentada en la zona baja de la cuenca del río Guayas y que se extendió a Santa Elena y el sur de Manabí.

El escultor Édgar Cevallos dijo que los personajes, cuyo proceso de elaboración tardó cuatro años, recibieron facciones de los nativos costeños, que no las tenían los anteriores Guayas y Kil. El monumento esta ubicado Av. Pedro Menéndez Guilber, en la entrada de la ciudad porteña.

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