La actual Plaza de la Administración se ha convertido en la más importante plaza céntrica de Guayaquil, no sólo como imagen del poder, sino como referente de la eficiente organización del espacio físico urbano
¿Qué debes saber?
Dirección: Calle Clemente Ballén y avenida Pichincha.
Ofrece la perspectiva de hermosos edificios patrimoniales, tales como
El Palacio Municipal, cuya construcción data de 1929
El Palacio de la Gobernación, construido en 1924
El edificio Martín Avilés, edificado hacia 1930.
Este paseo peatonal presenta:
El monumento del Mariscal Antonio José de Sucre, rodeado de las fuentes de la Gloria y la Gracia.
El conjunto escultórico a Las 6 virtudes de Guayaquil.- Trabajo realizado por el artista Édgar Cevallos, construidas en Quito. El conjunto escultórico está compuesto por la Fortaleza, la Solidaridad, el Valor, la Libertad, el Liderazgo y la Generosidad. Las esculturas puestas a disposición de los guayaquileños y de turistas nacionales o extranjeros tienen aproximadamente 2,20 metros de altura.
En la calle Clemente Ballén se aprecia el conjunto escultórico que evoca la Fragua de Vulcano, reunión en la que se selló el compromiso por la Independencia del 9 de Octubre de 1820.
Historia de la Plaza de la Administración
Los incendios que arrasaron la ciudad motivaron cambios estructurales en su disposición urbana, y en busca de un lugar más fresco y mejor ubicado, acorde con su condición de ciudad ribereña, en 1816 se produjo el primer gran cambio, cuando las autoridades de decidieron trasladar la Gobernación y la Casa Consistorial, de la Plaza de Armas al malecón del río Guayas, separándola de su tradicional eje, y generando una alteración del esquema colonial urbano que, rompiendo con un criterio que había identificado desde la conquista la distribución urbana de las ciudades españolas en América, contrario a lo que podría imaginarse, adquirió mayor funcionalidad gracias al nuevo trazado.
El cambio de la plazoleta anónima a la plaza moderna se produjo entrado el siglo XX. La entrada de nuevas tecnologías como el tranvía y la iluminación eléctrica, favorecieron la idea -nacida originalmente en 1889- de levantar un monumento a Antonio José de Sucre.
El 8 de octubre de 1911 se inauguró oficialmente. El monumento y la Plaza Sucre se convirtió en un atractivo paseo lleno de bancas y faroles, circundado en forma de óvalo o mandorla por una herrería de forja, desde cuya ubicación podía observarse el Guayas.
Fue dentro de este marco de acciones que nació la idea de crear la Plaza de la Administración, recuperando así ese antiguo concepto colonial alrededor del cual se desarrolló “Ciudad Nueva”, naciendo un espacio que en poco tiempo se convirtió en un nuevo icono urbano de la ciudad, y que representa todo lo que es el Guayaquil de hoy, evocando todo lo que fue y significa el Guayaquil de ayer.